miércoles, 2 de septiembre de 2009

North by Northwest

Cary Grant interpreta con muchísima elegancia al protagonista de esta película, un tipo que se ve envuelto en un lío a causa de un invento de un tipo inexistente por parte de los servicios secretos para desviar la atención de un grupo de espías. La película mantiene un ritmo frenético desde el principio hasta el final, mezclando tensión y humor casi a partes iguales desde el principio hasta el final.

Hitchcock va construyendo una especie de parodia del cine de espías, a base de un error tras otro, de un hecho absurdo seguido de otro hecho más absurdo aún, pero el acierto de esta película está en no tomarse en serio a si misma. No deja de ser una grandísima broma de Hitchcock. Probablemente, si el magnífico guión de Ernie Lehmann hubiera caído en otras manos, habría acabado siendo una simple película de espías, con buenos y malos claramente diferenciados. Pero con el maestro se convierte en una comedia que roza momentos de puro surrealismo, como el hecho de la subasta son pura antología del surrealismo y el absurdo más gratuito. Pero ninguna como la del avión. Sin nada que fumigar, Hitchcock nos pone un avión en medio de la nada, la forma más absurda de matar a alguien, y consigue que quede estupenda, ya que otro director hubiera hecho que nos sintiéramos estúpidos ante esa gratuidad de la imagen.

En definitiva, obra maestra de Hitchcock, una de las más grandes en su excelente filmografía.

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