viernes, 9 de julio de 2010

miércoles 4 de junio de 2008

Siempre he dicho que las mejores películas de terror son las que dan más miedo después de verlas no mientras se ven. Funny Games cumple eso, les diré que son dos jóvenes que secuestran a una familia burguesa y acomodada en su propio hogar y se dedican a torturarlos por diversión, todo esto es tan fuerte como vulgar y cruel. Estos juegos divertidos son los que se practican con el que ve la película, que está al mismo tiempo invitado a jugar, tal y como dice el protagonista mirando a cámara. Porque en realidad esos dos psicópatas pertenecen a nuestro mundo. Son como dos figuras no humanas, genios malignos, anormales. Son un instrumento del autor, ellos se declaran seres de ficción al hablarle a la cámara, hace que imagine acerca de una violencia que nos produce rechazo pero no somos capaces de parar. Ahí es donde se demuestra lo genio que es Haneke al retratar la normalidad con la que se ha llegado al uso de la violencia hoy día. La vemos continuamente en la televisión, queremos evitarla y no somos capaces de ejercerla cuando la necesitamos. Es un laboratorio en el que Haneke explora la raíz del verdadero terror psicológico, los instintos más primarios y a la par más irracionales, la entidad amoral, las clases sociales y las clases mentales; la impotencia, la desgracia y la desdicha; la humillación y la injusticia. Siempre en silencio, siempre al acecho y sin concesiones. Así es Haneke, así es Funny Games es una película muy dura, macabramente divertida y fantásticamente cruel. A unos les dejará indiferentes, a otros horrorizados, otros no la terminarán de ver y pensarán en ella durante días.

viernes 9 de julio de 2010

Michael Haneke dirigió Funny Games en 1997 en su país, Austria, fue muy valorada por la crítica, una película de culto para muchos. Diez años después Haneke se fue a USA y para que le conocieran por allí decidió calcar su película más reconocida cambiando sólo el idioma y los actores por otros más famosos en Hollywood, el resultado es una copia exacta plano a plano de la película original. Totalmente innecesario para muchos y es cierto, pero también es verdad que si quería que en USA se viera su mejor obra tenía que hacerlo, ya que los americanos son bastante reacios a ver cine que no sea en su idioma, a mi sinceramente no me molesta el remake, he visto las dos una de otra y ha sido una experiencia interesante. Por comentar alguna pequeña diferencia entre la original y el "remake" he de decir que Michael Pitt pese a ser buen actor no está a la altura del actor Arno Frisch quien interpretaba originalmente a ese personaje, mucho más carismático e inquietante por su extraña sonrisa, tan extraña que cuando mira directamente a cámara puedes sentir un escalofrío por todo el cuerpo. ¿comprenden?

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