Frenética, nerviosa, a veces apabullante en sus escenas de persecuciones, como en la trilogía de Bourne, y siempre entretenida, The Green Zone es una muestra de cómo enseñar el mejor cine de acción de la mano del director Paul Greengrass que se destaca por ofrecer un guión directo y un protagonista que es el mejor actor que pueda dar un thriller político. Habla de la guerra de Irak, de la justificación de la intervención militar norteamericana, de los métodos adoptados en la posguerra y de la complejidad de algunas decisiones en el proceso de democratización de Irak. El director quiere transmitir un mensaje: hubo manipulación política para justificar la intervención en Irak y hubo graves errores políticos en el inicio de la posguerra que complicaron mucho las cosas. Recomendable.