viernes, 27 de noviembre de 2009

The limits of the control

Jim Jarmusch viajó a España para rodar este thriller que me recuerda a otras obras más importantes de su carrera como “Dead Man” o “Ghost Dog, the Way of the Samurai”, de la que recoge más raíces. En primer lugar porque este director sugiere un argumento aparentemente vacío sobre el viaje impersonal y reflexivo de un misterioso hombre envuelto en el silencio de quien no conocemos sus orígenes, que tiene que ejecutar un trabajo que desconocemos y que para ello tiene que seguir una ruta y establecer unos contactos tan extraños y finalmente dar con el destino asignado mediante cajas de cerillas a modo de mensaje. Es más bien un inquietante ejercicio de estilo propio, particular e inimitable en el que el pequeño detalle prima por encima de todo. Lo que menos importa en esta película, como en la mayoría de las películas de Jarmusch es la historia, que se puede ver desde distintos puntos de vista. Una cinta en la que todo importa, por pequeño que parezca o sea y en la que encontramos surrealistas mezclas, de estilos, actores, interpretaciones y objetivos.

No hay comentarios: