Anatomy of a murder es una de las más dos horas y media de película, tras una larga introducción de los personajes principales, Otto Preminger, el director, me envuelve en la tensión del proceso judicial por el caso de un teniente que ha sido acusado de haber matado a un hombre que supuestamente había violado a su mujer, en el tratamiento de personajes y en las dudas planteadas sobre la eficacia judicial frente a la dualidad de la verdad y la mentira, más que en ninguna otra cosa. Cosa que haré yo es recomendar sin dudas este drama judicial, que no hay que perderse, a ustedes, y también a cualquier estudiante de leyes que quiera dedicarse a la abogacía, la fiscalía o la judicatura, entre otras profesiones en torno a vistas judiciales, pues es todo un ejemplo de proceso judicial con sus elementos más diversos y variados al completo.