Recién son las ocho de la mañana, con un poco de música (joy division) y con un té de tilo, escribo lo que acabo de ver, obvio otra película. Esta vez es Jack and Jill vs. the World. Nos cuenta acerca de Jack y Jill. Jack es un publicista que parece tenerlo todo, que es el coche, la pantalla de plasma, la ropa de diseñador, el departamento, pero por alguna razón no es feliz. Jill es una actriz que piensa que la vida es solamente vivirla plenamente, no tiene trabajo y tiene fibrosis cística, lo que le permite comer un montón de comida a cambio de que no vivirá más de los treinta años. Los polos opuestos se atraen y entre ellos, surgirá el amor. Pero Jack traiciona a Jill cuando se rompe una regla (hay que ser honestos) que habían escrito en un manifiesto compartido. Es como una de esas películas donde ven a un personaje en un momento de su vida. De hecho, aunque tiene un mensaje de que hay que ser honestos y de que el mundo no es rosa ni gris, esta película es para las personas que traen problemas con que es lo que quieren de su vida en esos momentos, los que buscan el amor y una relación duradera.