Si hay algo que no se le puede reprochar a la película australiana, The Adventures of Priscilla, Queen of the Desert, es su originalidad y valentía, mostrándome la complicada vida que deben llevar a cabo las drag queens, victimas del carácter homofóbico e ignorante de la sociedad. Trata de cómo tres de ellas deben hacer un viaje para poder realizar un show para el que han sido contratadas. En su largo viaje, vivirán todo tipo de experiencias, conocerán a gente detestable y gente respetable, y se conocerán mejor a ellas mismas, donde afrontarán con valor y sin ningún tipo de engaño su condición, sintiéndose orgullosas de ello. El éxito se debe principalmente a su gran guión, lleno de situaciones disparatadas y divertidas, escrito por el mismo realizador, y por unas soberbias actuaciones de los tres protagonistas, todos ellos están geniales. Terrence Stamp representa la madurez y el orgullo de aceptarse tal y como es una persona. El personaje de Hugo Weaving representa la inocencia, y se debe enfrentar a aceptarse a ser tal como es sin temer a nada, y sentirse orgulloso de ello. Por otro lado, el de Guy Pearce representa el carácter más extravertido, al igual que cierta inmadurez. Este grupo de personas, que aparte de su condición sexual no tiene nada en común, estrecharán grandes lazos de amistad a través de sus aventuras por el desierto de Australia. Una película valiente y comprometida por un tema del que muchos ignoramos, y que habla de forma irónica sobre la vida. Es necesaria visionarla, les aseguro que van a poder disfrutarla.
jueves, 20 de mayo de 2010
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