lunes, 1 de marzo de 2010

Where The Wild Things Are

Maurice Sendak escribió un cuento para niños, de líneas muy simples, pero que le daba al narrador la posibilidad de enriquecerlo de mil maneras, creo que ahí radica su magia. Y en las bellas ilustraciones que lo acompañan, por supuesto.

La imaginación sirve a los adultos para imaginar lo que podrá ser o lo que podría haber sido. Posibilidades imaginarias pero lógicas. Rara vez en la vida adulta se usa en forma de fantasía. Por supuesto, no pasa lo mismo en los niños. Pero la imaginación sirve también a los adultos para imaginar qué piensan otros. Cómo ven y como sienten las cosas. El propósito de la película de Jonze es que el que visione la película vea el imaginario de un niño en concreto. Uno como muchos otros aunque distinto a otros. Cada niño es diferente e imagina distinto, evidentemente. Una película admirable ya que era difícil realizar un largometraje de un texto tan corto y logra mantenerme el interés con una historia sencilla. Jonze lo presenta como una metáfora de las inquietudes del niño y consigue que me emocione en más de un momento. Mírenla.

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