martes, 27 de octubre de 2009

Whatever Works

Cada vez que surge un nuevo filme de Woody Allen, siempre genera una serie de ideas sobre el cineasta y sus reflexiones acerca del amor, el sexo, las mujeres y la muerte. Allen en esta, habla que la vida no tiene ningún sentido. Que cuestiona el azar desde la perspectiva de la búsqueda de alguien en la vida. Relata muchas veces en primera persona la vida de Boris Yellnikoff, un hombre maduro y excéntrico, tras un intento frustrado de suicidio, y con delirios de grandeza, de verás piensa que su historia es importante. Es obvio entonces, que se sienta demasiado inteligente para soportar la vida. Instalado en un cuarto y ante la aparición de Melanie, esta historia inteligente, surge la idea de que ¿la gente hace que la vida sea mucho peor de lo que debe ser? Con unos diálogos llenos de humor inteligente, un ritmo ágil y dinámico con algunas pinceladas de humor negro y cínico acompañado de algunas dosis de filosofía y pesimismo, es el retrato de una civilización sin sentido, quizá nuestra vida. Se los recomiendo.

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