jueves, 1 de octubre de 2009

Drag me to hell trata de una joven que trabaja en una empresa, y quiere acceder al cargo de subdirectora, pero tiene a un rival, y tiene que hacer todo lo posible para complacer a su jefe y así acceder al puesto. Pero un día una anciana gitana le ruega un plazo de la hipoteca porque le van a quitar todas sus pertenencias. La joven, ambiciosa por querer conseguir el cargo de subdirectora y quedar bien ante su jefe se la niega. Entonces la anciana le echa la maldición del Lamia, un maligno demonio que convertirá toda su vida en un infierno, atormentándola. Busca la ayuda de una médium: la joven sería atormentada durante tres días y al tercero sería arrastrada al infierno. ¿Qué estaría dispuesta a hacer para salvar su vida?.....

En esta película, Sam Raimi vuelve a sus salvajes orígenes, los que le llevaron a tener el reconocimiento con la saga "Evil Dead". Después de tener la presión de dirigir grandes superproducciones, se toma un respiro para hacer un autohomenaje de sus primeros pasos. La película realmente sabe cómo mantenerte atento a ella, no es de aquellas que te muestran gore y violencia desmesurada, no hay estallamiento de cuerpos, no ves por ningún lado desmembramientos, pero sí que estás sufriendo con la protagonista por la maldición que le echaron encima, que, mención aparte merece, tiene una actuación que pudo haber sido muchísimo mejor.

Creo que cualquier espectador que disfrute con las típicas películas "de serie B" que no son más que parodias del cine de terror, deberían a entrar a ver esta película.

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