miércoles, 22 de julio de 2009


The Third Man, un clásico obligatorio de ver, así me decían y tienen razón, un amante del buen cine, de las buenas interpretaciones ha de ver esta película y varias veces para poderla saborear más y más. En esta película, me sumerjo en la investigación profunda que un ciudadano americano lleva a cabo sobre la misteriosa muerte de un amigo en la ciudad de Viena tras la Segunda Guerra Mundial. Me gustó el pulso narrativo del director, quien mantiene hasta cierto punto de la trama el suspenso, ¿Fue accidente, asesinato, suicidio? Manejo muchas hipótesis, pero seguro que ninguna es la correcta. De eso se trata gran parte del filme, de meterme dentro de una misteriosa trama que está muy bien sostenida por un guión prolijo y efectivo. Es obvio que las actuaciones ayudan, un sobrio trabajo de Joseph Cotten, con quien me identifico para seguirle la huella al relato, él es quien me va allanando el camino para resolver el intrincado caso. Lo que deja permanentemente con la boca abierta en esta película es la tremenda fotografía que me brinda. Plano a plano me regala instantáneas, que bien serían dignas de ser calificadas como iconos cinematográficos, segundo a segundo me sorprende con algún inquietante ángulo de cámara ligeramente torcido, o me asombra con una iluminación maravillosa o un plano secuencia magistral como el de la escena final, por poner un ejemplo. De veras, les recomiendo esta película con un gran trasfondo humano y moral donde cuestiona la amistad, el amor y el valor de la vida humana en comparación a los intereses económicos.

1 comentario:

Dolores k dijo...

Bueno, no es que disfrute de tus críticas, sólo pasé por casualidad.
Igual tenis ene pelis que yo no he visto.

saludos.