domingo, 7 de diciembre de 2008

Oh Fellini, ¿que puedo decir de este director italiano? ¿Realmente quieren saberlo? Bueno, les digo, de este vi una película, una sola, ocho y medio, y excelente. La que vi hace rato, es la segunda que veo de él. E la nave va, que narra un viaje por el mar, y Una vez a bordo, el periodista Orlando, quien me va presentando a la tripulación, un grupo de excéntricos personajes que se embarca en un barco para cumplir con él último deseo de una diva de la ópera que era derramar sus cenizas frente a la isla donde nació. El argumento no es más que una excusa para presentarme a este singular grupo y unas cuantas situaciones que van de lo tierno y melancólico a lo graciosamente grotesco. Este estilo de narrar, esos personajes grotescos, esas conversaciones, de veras la película sorprende desde el inicio, donde veo cómo comienza como cine en blanco y negro y mudo más primitivo al que se le van progresando hasta llegar al cine hablado y en color y se completará este proceso, reflejando la película la gran evolución del cine y eso sólo hasta el año 1983, porque los avances posteriores a la película ya son asombrosos. Creí estar sumergido en un sueño, todo eso es a causa del ambiente mágico, surrealista y onírico. Todo es una fantasía, una representación: las olas del mar, el sol en el horizonte, el propio barco, son parte de un plató que queda al descubierto introduciéndome una vez más en la magia del cine que Fellini adoraba dejar al descubierto. Increíble este genio, tenia una imaginación desbordante, otro artista a quien admirar. En fin, recomendable esta película.

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