lunes, 6 de octubre de 2008

Esta noche decidí ver un documental (Bigger Stronger Faster), una mirada sobre el extendido uso de esteroides y sugiere que la cultura de ganar a cualquier precio que domina en Estados Unidos se contradice con las condenas públicas a este tipo de drogas que mejoran el rendimiento deportivo. Muestra la hipocresía de la sociedad norteamericana que glorifica la victoria por encima de todo, incluso cuando esta huele a trampa, y la obsesión con la imagen corporal. Hallarán opiniones médicas, escándalos deportivos célebres, estadísticas. Lo mejor del documental son los efectos secundarios de ser norteamericano, que no se conocen los efectos a largo plazo de los esteroides pero si sus efectos secundarios, que son hormonas artificiales que dan más crecimiento del que le corresponde al consumidor, más rápido. No liberan del trabajo, pero te lleva más allá. Su uso está autorizado en medicina para ciertos tratamientos y todos los consumidores defienden que no deben tomarlos los jóvenes, es decir que el joven trabaje hasta llegar a su techo y que después consuma. El efecto secundario de ser norteamericano es consumir esteroides por que nace de la idea de ganar que es un efecto colateral de ser norteamericano. Y parte de la mentalidad norteamericana tiene un hecho de que todo tiene que ser más grande y mejor. He ahí la razón. En fin, muy buen documental.

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