miércoles, 2 de julio de 2008

Siempre es un gusto encontrarme con una película de terror, de la que en principio no esperas nada, de la desventaja de ser otra típica película de terror americana y mucho más esperaba ver una película tipo “saw”, “hostel”, o “turistas”, donde lo único que hace el director para inspirar terror en el público es mostrar escenas repugnantes, sangre, pus y otras cosas terribles agregándole la xenofobia de algún americano o europeo que viaje a Brasil, alguna parte de Europa o algún país exótico donde los de ahí son corruptos, vengativos, enfermos…pero el director de la película “The ruins” me sorprendió, basada en un libro que lleva el mismo título, cuenta la historia de seis amigos, que están en Cancún, viajan hasta unas ruinas en busca del hermano perdido de uno de ellos, allí arriba los que viven en las ruinas no les permitirán regresar, porque las ruinas esconden algo que una vez que lo tocas, lo escondes vos bajo tu piel. La sorpresa era el cambio en cuanto a la identidad del asesino, y es que en realidad no hay asesino, son sólo la naturaleza salvaje, los que acechan y la plata. El director crea dos climas: el aterrador, propuesta por el interior de la pirámide donde habitan las plantas y el angustioso, a plena luz del sol con los protagonistas siendo presos del horror y la locura. De a poco, hace adentrar en la mente de cada uno de los amigos viajeros, lentamente sus personalidades se van demostrando pero además otras cosas saldrán por la piel y les aseguro que será sorprendente y desagradable, obviamente verán sangre, pero de la necesaria sólo para transmitir la crudeza y desesperación de esas personas en medio de lo primitivo. Esta película es para los verdaderos amantes del cine de terror y para muchos será una mierda "vegetal", pero para mí fue una hora y media de alta tensión pegado al sillón sin mover un músculo. Y estupendo es recomendarles con entusiasmo.

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