Me acuerdo de cuando estrenaron Batman Begins hace tres años más o menos en las salas argentinas y en el día del estreno, fui a verla. Y después de tres años, hoy vuelvo a verla y todavía tengo una sonrisa de oreja a oreja porque me sigue gustando incluso más de lo que vi por primera vez esta película. Batman Begins hace adentrar en los orígenes y miedos de Batman. Se centra en la figura del murciélago como inspirador de miedo, y me enseña que para dejar de tenerlo, hay que convertirse en el propio miedo. Nolan, el director de esta película, muestra una visión más oscura, mucho más difícil de la que ofrecieron los anteriores directores de las películas sobre Batman, es decir, mucho más acorde con lo que es Batman. Este Batman que se mueve con rapidez y agilidad a pesar de ir disfrazado en un traje de goma, que se mueve en las sombras apareciendo y desapareciendo como un fantasma e incluso varía el tono de su voz para causar más terror. Este final cuando Gordon entrega la carta de Guasón a Batman, sólo se puede definir como genial, por que Batman no se puede entender todavía y de este modo hace que espere con muchas pero muchas ganas la segunda entrega “Batman: The dark knight” con Guasón, el mejor villano de todos los tiempos. Ya faltan apenas tres días para ver la segunda entrega. Que ansiedad tengo, la misma ansiedad de hace tres años.