domingo, 13 de julio de 2008

Hancock es un superhéroe insatisfecho, borracho, atormentado, sarcástico e incomprendido. Todas las acciones heroicas de Hancock cumplen y salvan muchas vidas pero siempre provocan tremendas quejas, la población ya no puede más y aunque esté agradecida de tener a Hancock, los buenos ciudadanos de los Angeles se preguntan que es lo que han hecho para merecer a este tipo. Hancock no es un superhéroe al que le importe lo que importe lo que piense la gente, hasta el día en que salva la vida de Ray, un publicista que decide ayudarle a mejorar su imagen, y cambiará rápidamente la vida del superhéroe y se dará cuenta que tiene un lado vulnerable. Más allá de no dedicarse más de la mitad de su guión a presentar al personaje, sus poderes y su personalidad como lo hacen las películas de superhéroes pero bueno, por más que no sabemos nada de él, ni quien es, ni por donde vienen sus capacidades ni nada de nada. Pero bueno, vale que me haya entretenido con esos grandes efectos especiales y mucho humor sarcástico. Y mucho entretenimiento, vale la pena verla.

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