miércoles, 26 de septiembre de 2007

la felicidad de estar triste

Estoy mirando al Microsoft Word, pensando que mierda podría poner… el tiempo pasa…..está island the sun de weezer ……..Ya sé! Últimamente estoy teniendo sueños lúcidos, que son sueños en el cual el soñador se da cuenta de estar soñando. Lo cual me tienta a escribir la critica de una película de Gael García Bernal (la ciencia del sueño), que trata de un hombre cautivo de sus propios sueños trata de despertarse y tomar el control de su propia imaginación. En fin, este maravilloso filme nos habla del amor, de cuando encontramos a esa otra mitad y todas las sensaciones que nos provoca: alegría, exaltación, libertad, sorpresa, euforia, felicidad… pero principalmente, soñar. Tal vez hemos perdido los sueños de vista, pero soñar es una de las acciones más trascendentes que todo ser humano puede realizar. No importa de veras si se trata de una leve fantasía o si construimos un universo onírico sin final y el protagonista Stéphane tiene su propio universo de sueños (dueño de una mente cuya imaginación fluye de manera abundante, lleva su capacidad creadora a sus últimas consecuencias. Y la chica. Stéphanie es una artesana a quien también le gusta soñar. Rápidamente entre ambos hay un mundo armónico. Vemos que en el mundo de los sueños no hay imposibles y podemos darle vida a todo aquello que la realidad no nos ofrece. En ocasiones se utiliza como un refugio o como una especie de templo en el cual meditar (o no? En caso de no, entiendan que yo si). Es un universo que todos llevamos dentro. Algunos tienen el don de acceder fácilmente a él, para otros es difícil. Esta película es un prodigio de imaginación y creatividad, profunda, melancólica, y extraña. Dentro de la película, somos testigos de los horizontes remotos a los que es capaz de llevarnos nuestra imaginación, de los anhelos imposibles y de la carga emotiva de los sueños pero también nos habla de la honestidad y la sinceridad, virtudes muy bellas pero que muchas veces sólo nos ofrecen las palabras que no queremos escuchar y que significan un adiós a los sueños y un doloroso reencuentro con la realidad pero saben que enfrentar este tipo de situaciones de la mejor manera posible es bueno, ya que siempre nos ayudan a crecer y a madurar, y forman parte del interminable proceso de aprendizaje de la vida. En fin, sin sueños no hay nada. Toda gran creación comienza siendo un sueño, la felicidad comienza a atreverse a soñar. Los sueños máximos son intensos y abrumadores por que implican dificultades por superar. Cuanto más que no se pueda realizar, más será el deseo. El enamorarse platónicamente significa anhelar justo aquello que te niegan. De veras es una gran obra maestra. Recomendable para los soñadores.


pd: sé que es tan largo lo que escribi pero bueno no lo lean sino quieren.
besos de gustavo

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